Pasar muchas horas sentado frente al ordenador puede pasar factura a nuestro cuerpo y a nuestra mente. Dolores de espalda, fatiga visual y falta de concentración son algunos de los problemas más comunes en entornos de oficina. Pero hay una solución sencilla y efectiva: las pausas activas. En este artículo te contamos qué son las pausas activas en la oficina, el truco para trabajar mejor, sus beneficios y cómo incorporarlas en tu rutina laboral.
¿Qué son las pausas activas?
Las pausas activas son pequeños descansos de 5 a 10 minutos en los que realizamos movimientos, estiramientos o ejercicios para aliviar la tensión acumulada y mejorar la circulación. No se trata solo de dejar de trabajar, sino de aprovechar ese tiempo para reactivar cuerpo y mente.
Beneficios de las pausas activas en la oficina
Implementar pausas activas en la jornada laboral tiene muchas ventajas tanto para los empleados como para la empresa.
1. Aumentan la productividad Un pequeño descanso con movimiento ayuda a despejar la mente y a reducir la fatiga mental, permitiendo que el equipo vuelva a sus tareas con más energía y concentración.
2. Reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo El movimiento libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, ayudando a reducir la ansiedad y el estrés. Además, alivia tensiones acumuladas en los músculos, sobre todo en cuello y espalda.
3. Previenen problemas de salud El sedentarismo prolongado está relacionado con problemas como dolor de espalda, rigidez muscular y hasta enfermedades cardiovasculares. Las pausas activas ayudan a reducir estos riesgos.
4. Fomentan un mejor ambiente laboral Realizar pausas en grupo puede fortalecer la relación entre compañeros, creando un ambiente de trabajo más dinámico y colaborativo.
¿Cómo incorporar pausas activas en la oficina?
Si quieres empezar a introducir pausas activas en tu oficina, aquí tienes algunas ideas fáciles de aplicar:
- Estiramientos cada dos horas: Incluir una breve sesión de estiramientos para cuello, hombros y espalda ayudará a reducir la tensión.
- Caminatas cortas: En lugar de enviar un correo, levántate y camina hasta el puesto de tu compañero. Subir escaleras también es una buena opción.
- Ejercicios de respiración: Unas respiraciones profundas pueden ser muy efectivas para reducir el estrés y mejorar la concentración.
- Uso de recordatorios: Aplicaciones o alarmas pueden ayudar a recordar que es momento de hacer una pausa activa.
- Incluir fruta en la pausa: Un pequeño tentempié saludable, como una pieza de fruta, aportará energía extra para seguir el día con mejor rendimiento. La fruta para oficina es una opción ideal para estas pausas, ya que es fácil de consumir, ligera y proporciona un impulso natural de vitaminas y minerales.
- Cestas de fruta accesibles: Tener fruta disponible en la zona de descanso o en la sala de reuniones anima a los empleados a elegir opciones más saludables en sus pausas.
- Pausas activas con snack saludable: Combina una pausa de movimiento con una alimentación equilibrada. Un plátano, unas fresas o una mandarina pueden ser el complemento perfecto para reactivar cuerpo y mente.
Las pausas activas son una herramienta sencilla y efectiva para mejorar el bienestar y la productividad en la oficina. Pequeños cambios en la rutina pueden marcar una gran diferencia en la salud del equipo y en el rendimiento laboral. Además, acompañar estas pausas con fruta en la oficina potencia aún más los beneficios, ofreciendo un extra de energía natural y fomentando hábitos saludables. ¡Empieza hoy mismo a incluirlas y nota la diferencia!
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