Una gran cantidad de empresas grandes y pequeñas estaban recibiendo cada semana nuestra fruta en sus oficinas, sumándose a la nueva tendencia de empresa saludable. Las empresas transforman la fruta en solidaridad, promoviendo un ambiente de colaboración en estos tiempos de pandemia. Ante el coronavirus, la mayoría ha optado por el teletrabajo y un gran número de ellas han decidido donar la fruta a centros sanitarios y entidades benéficas.
En Disfruta & Verdura colaboramos desde nuestros inicios con una serie de entidades benéficas de todo el país. Además de enviar regularmente fruta y verdura a algunos centros como el Cottolengo del Padre Alegre, cuando un cliente por algún motivo no puede recibir su caja de la semana le ofrecemos la opción de donarla. Al iniciarse la crisis del coronavirus, pensamos en reforzar este flujo de donaciones. Aumentamos nuestras propias donaciones y ofrecimos a las empresas que estaban recibiendo fruta en sus oficinas la posibilidad de donarla, ya sea a los centros con los que colaboramos habitualmente o, si la empresa ya colaboraba con alguna entidad, hacérsela llegar.
Disfruta & Verdura se hace cargo de los costes del transporte y de gestionar los correspondientes certificados de donaciones. A los dos días, a medida que el virus se propagaba de forma exponencial, poniendo en jaque al sistema sanitario, incorporamos los centros hospitalarios como posibles receptores de las donaciones de fruta fresca. La respuesta fue emocionante.
Más de 84 empresas grandes, medianas y pequeñas, se sumaron a esta iniciativa solidaria. Ya están recibiendo fruta solidaria el hospital de Ifema, Hospital Clinic, Hospital Ramón y Cajal, Hospital Sant Pau, SAMUR Social, Fundación Ared, las sedes de Madrid y Barcelona del Cottolengo del Padre Alegre, el Hospital de Ávila, Hospital Joan XXIII… y la lista de centros crece a diario. Las personas más vulnerables y sobre todo los sanitarios que se están dejando la piel y la salud en la lucha contra el coronavirus, están recibiendo fruta que les permite hacer una pausa renovadora en el fragor de la batalla. En momentos como este, el término empresa a veces despersonaliza, porque las empresas están hechas de personas. Y realmente llega al corazón ver los kilos y kilos de solidaridad que esas personas están donando.
Nos llena de emoción y de orgullo ser proveedores de empresas, de personas, con estos valores y este sentido de la solidaridad.